Concierto en Beniaján, Murcia.
Hola a todos.
El sábado pasado estuvimos en Beniaján, Murcia, ofreciendo un concierto a todo el que quiso asistir. Organizaba Gloria, una chica maravillosa que nos atendió fantásticamente y que con su presencia hacía que todo allí fuese más liviano y a la vez cercano. Podéis ver algunas fotos pinchando AQUI (espero que me manden el resto pronto y también las publicaremos) y algunas más buscándonos en Facebook, en la página de R&R Singh
Raúl y yo nos sentimos muy cómodos entre toda aquella gente. Incluso vino Tirso, un bebé de ¡1 mes!, que era una delicia de niño y que durmió, comió y sonrió durante el concierto.
Es una sensación grandiosa ver que en tantos lugares la ciencia y en parte la filosofía del Kundalini Yoga se expanden cada vez más, haciendo que la gente viva de forma más consciente y humilde. Ojalá volvamos allí otra vez a tocar un nuevo concierto, ya tenemos muchas ganas.
Y ahora os voy a dejar la experiencia de una alumna que por circunstancias vino a uno de nuestros conciertos y no pudo cantar. Sat Nam.
Me di cuenta que yo recitaba los mantras por mi mente y que no sé por qué extraña razón dejaba de respirar. Y descubrí que eso es lo que suelo hacer cuando pienso mucho. Entonces, respiré. También, al no desarrollar la virtud de la voz, abrí campo a mi creatividad y me vi bailando fluidamente en dos de los mantras en la sala y dejé que mi cuerpo se moviera. Supe entonces o recordé de nuevo, que hay muchas formas de comunicación y me fascinó. Por otro lado, fue una oportunidad para sentir toda la energía que salía del canto de los mantras de todas las dulces personas que componían el conjunto de la familia de ayer. Y, por supuesto, la energía era tan buena que tuve una gran meditación interior y en uno de los mantras me encontré sonriendo a toda persona que llegaba a mente, una manera de dejar un punto de luz: mi madre, mi hermana, mi prima…Era más rápido mi pensamiento que la respiración. Finalmente, veo que es una gran experiencia para fortalecer mi inquieta mente. Cuando cantaba el mantra de memoria por mi mente me costaba más centrarme que cuando lo hacía leyendo.
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